Rosa Emma Monfasani, Bibliotecaria y Profesora en Ciencias de la Información, nos mandó un hermoso texto sobre este momento que estamos viviendo. Pasen a leerlo y nos pueden dejar su comentario sobre como están pasando esta cuarentena. ¡Muchas gracias Rosita! #QuedateEnCasa #StayAtHome
Sentada en mi balcón que da al contra frente, observo y trato de escudriñar que sucede en otros hogares y escribo.
A lo lejos se escuchan voces y ruidos de cacharros en la cocina de alguien. No sé quién, no pregunten.
Una begonia me mira y me dice todavía estoy aquí, el verano no se fue y deseo mostrarte mis flores. Deseo que veas y pienses que todo pasa. Mira allá a lo lejos.
Miro y veo al frente y a la derecha ventanas abiertas y gente tratando de salir al mundo. ¿Cuál? A la izquierda la pared lateral del colegio primario, muy callado estos días, sin las voces de los alumnos que juegan en el patio, sin el canto a la bandera y sin el micrófono estridente de la directora con el saludo matinal. El timbre llamando a clase tampoco está presente.
Mas allá un niño grita mamá y no comprende por qué no puede ir a jugar con sus amigos o a correr en la plaza.
Un poco más lejos se escucha el ladrido de un perro y otro que contesta. Una brisa suave agita algunas ramas, la quietud es total.
En el edificio de enfrente, en la planta baja una mujer cuelga la ropa y luego lava su patio, él la ayuda.
Esta situación de la ciudad quieta presenta aristas diferentes en los hogares, en algunos hace más efectiva la comunicación mirándose a los ojos, en otros cada uno por su lado en diferentes soportes informáticos, otros ingresan a las redes sociales porque desean comunicarse con sus amigos o porque están solos y quieren ver qué sucede del otro lado, allá, más lejos a donde no se puede ir.
En otros hogares la situación es más compleja, los integrantes sufren en el encierro porque ellos ejercen todo tipo de violencia sobre madres y niños.
La ciudad quieta, no es tal.
Se ven largas colas en los supermercados, changos llenos con lo que se necesita y con lo que no, quizás más que en una guerra, bueno esta es una guerra también, lástima el egoísmo y el no pensar en los demás Algunas personas con barbijos, … con temor, la cuestión es que el pase a mi lado no me contagie.
La ciudad quieta, no está tan quieta.
Llegan instrucciones que indican cómo comportarse en estos casos, la que no todos cumplen.
La TV, mejor mirarla lo menos posible. Noticias y no tanto, dan información de tipo sensacionalista y no sabemos qué pasa hacia adentro y en los alrededores de la ciudad quieta, no tanto.
La incertidumbre nos invade, no sabemos cómo y cuándo volveremos a la normalidad. ¿Normalidad dije? ¿Cuál es en realidad?
Los niños adolescentes y adultos realizan sus estudios en diferentes dispositivos electrónicos para no perder días de aprendizaje. Las escuelas, bibliotecas y otras comunidades utilizan aplicaciones, para ofrecer productos digitalizados, textos, imágenes y videos en línea. ¿Cómo se instruye a quienes viven en zonas alejadas, a quienes no tienen acceso remoto, a quienes carecen de agua potable y no tienen demasiados recursos para subsistir?
Empleados de diferentes organismos y empresas trabajan virtualmente desde sus hogares, no sucede así con el que hace trabajos esporádicos o vive de su pequeño emprendimiento.
La ciudad quieta no es tal. Aunque toda crisis, deja inquietudes y algunas esperanzas de hacer un mundo mejor.
Rosa Monfasani
rosa.monfasani@gmail.com
Buenos Aires, marzo 2020
SOBRELAAUTORA:
Rosa Emma Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencias de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Especialista en formación de usuarios, gestión y planificación de bibliotecas y tratamiento y organización de la información.
Se desempeñó como directora de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UBA) durante el período 1986-2011.
Fue docente en la Carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Información de la UBA y en la UNLP.
Presidente de ABGRA durante el periodo 2008-2011, desde 1996 ocupó diversos cargos en la mencionada institución, fue miembro del comité organizador de las reuniones nacionales de bibliotecarios y se desempeñó como miembro coordinador del Encuentro de Bibliotecas Universitarias de ABGRA. Fue miembro del Comité Honorario de Bibliotecarios de la Biblioteca Nacional, durante los años 2006-2008.
Desde su creación, en 2002 hasta la fecha, forma parte de la Comisión Organizadora Permanente de la Jornada sobre la Biblioteca Digital Universitaria (JBDU) y desde 2012 de la Comisión Organizadora Permanente de las Jornadas Nacionales de Bibliotecas, Archivos y Museos (JOBAM).
Desde 2011 coordina la Red Nacional de Asociaciones de Bibliotecarios de la República Argentina.
En 2015 recibió un premio por su destacada labor como presidente de la Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, otorgado por ABGRA y la Biblioteca del Congreso de la Nación.
Ha publicado artículos en revistas nacionales y extranjeras y ha escrito libros sobre formación de usuarios, gestión del conocimiento, competencias bibliotecarias y el presente "Introducción a la bibliotecología".
Dicta numerosos cursos y conferencias de la especialidad en todo el país y el exterior.
VÉASEADEMÁS:
Introducción a la bibliotecología, de Rosa Emma Monfasani
Un libro de consulta extremadamente provechosa tanto para quienes se inician en el mundo de las bibliotecas como para los que llevan años trabajando en ellas.
Nota completa: click aquí
![]() |
La ciudad de Buenos Aires amanece desierta. Foto: Rodrigo Lastreto |
Sentada en mi balcón que da al contra frente, observo y trato de escudriñar que sucede en otros hogares y escribo.
A lo lejos se escuchan voces y ruidos de cacharros en la cocina de alguien. No sé quién, no pregunten.
Una begonia me mira y me dice todavía estoy aquí, el verano no se fue y deseo mostrarte mis flores. Deseo que veas y pienses que todo pasa. Mira allá a lo lejos.
Miro y veo al frente y a la derecha ventanas abiertas y gente tratando de salir al mundo. ¿Cuál? A la izquierda la pared lateral del colegio primario, muy callado estos días, sin las voces de los alumnos que juegan en el patio, sin el canto a la bandera y sin el micrófono estridente de la directora con el saludo matinal. El timbre llamando a clase tampoco está presente.
Mas allá un niño grita mamá y no comprende por qué no puede ir a jugar con sus amigos o a correr en la plaza.
Un poco más lejos se escucha el ladrido de un perro y otro que contesta. Una brisa suave agita algunas ramas, la quietud es total.
En el edificio de enfrente, en la planta baja una mujer cuelga la ropa y luego lava su patio, él la ayuda.
Esta situación de la ciudad quieta presenta aristas diferentes en los hogares, en algunos hace más efectiva la comunicación mirándose a los ojos, en otros cada uno por su lado en diferentes soportes informáticos, otros ingresan a las redes sociales porque desean comunicarse con sus amigos o porque están solos y quieren ver qué sucede del otro lado, allá, más lejos a donde no se puede ir.
En otros hogares la situación es más compleja, los integrantes sufren en el encierro porque ellos ejercen todo tipo de violencia sobre madres y niños.
La ciudad quieta, no es tal.
Se ven largas colas en los supermercados, changos llenos con lo que se necesita y con lo que no, quizás más que en una guerra, bueno esta es una guerra también, lástima el egoísmo y el no pensar en los demás Algunas personas con barbijos, … con temor, la cuestión es que el pase a mi lado no me contagie.
La ciudad quieta, no está tan quieta.
Llegan instrucciones que indican cómo comportarse en estos casos, la que no todos cumplen.
La TV, mejor mirarla lo menos posible. Noticias y no tanto, dan información de tipo sensacionalista y no sabemos qué pasa hacia adentro y en los alrededores de la ciudad quieta, no tanto.
La incertidumbre nos invade, no sabemos cómo y cuándo volveremos a la normalidad. ¿Normalidad dije? ¿Cuál es en realidad?
Los niños adolescentes y adultos realizan sus estudios en diferentes dispositivos electrónicos para no perder días de aprendizaje. Las escuelas, bibliotecas y otras comunidades utilizan aplicaciones, para ofrecer productos digitalizados, textos, imágenes y videos en línea. ¿Cómo se instruye a quienes viven en zonas alejadas, a quienes no tienen acceso remoto, a quienes carecen de agua potable y no tienen demasiados recursos para subsistir?
Empleados de diferentes organismos y empresas trabajan virtualmente desde sus hogares, no sucede así con el que hace trabajos esporádicos o vive de su pequeño emprendimiento.
La ciudad quieta no es tal. Aunque toda crisis, deja inquietudes y algunas esperanzas de hacer un mundo mejor.
Rosa Monfasani
rosa.monfasani@gmail.com
Buenos Aires, marzo 2020
SOBRELAAUTORA:
Rosa Emma Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencias de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Especialista en formación de usuarios, gestión y planificación de bibliotecas y tratamiento y organización de la información.
Se desempeñó como directora de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UBA) durante el período 1986-2011.
Fue docente en la Carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Información de la UBA y en la UNLP.
Presidente de ABGRA durante el periodo 2008-2011, desde 1996 ocupó diversos cargos en la mencionada institución, fue miembro del comité organizador de las reuniones nacionales de bibliotecarios y se desempeñó como miembro coordinador del Encuentro de Bibliotecas Universitarias de ABGRA. Fue miembro del Comité Honorario de Bibliotecarios de la Biblioteca Nacional, durante los años 2006-2008.
Desde su creación, en 2002 hasta la fecha, forma parte de la Comisión Organizadora Permanente de la Jornada sobre la Biblioteca Digital Universitaria (JBDU) y desde 2012 de la Comisión Organizadora Permanente de las Jornadas Nacionales de Bibliotecas, Archivos y Museos (JOBAM).
Desde 2011 coordina la Red Nacional de Asociaciones de Bibliotecarios de la República Argentina.
En 2015 recibió un premio por su destacada labor como presidente de la Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, otorgado por ABGRA y la Biblioteca del Congreso de la Nación.
Ha publicado artículos en revistas nacionales y extranjeras y ha escrito libros sobre formación de usuarios, gestión del conocimiento, competencias bibliotecarias y el presente "Introducción a la bibliotecología".
Dicta numerosos cursos y conferencias de la especialidad en todo el país y el exterior.
VÉASEADEMÁS:
Un libro de consulta extremadamente provechosa tanto para quienes se inician en el mundo de las bibliotecas como para los que llevan años trabajando en ellas.
Nota completa: click aquí