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Soy Bibliotecario llegó a Twitter


Valeria Schapira: "Siempre fui una rata de biblioteca"

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Compartimos esta hermosa historia de la periodista y escritora, Valeria Schapira y su amor por las bibliotecas.




Por: Valeria Schapira

Mi madre era bibliotecaria, de biblioteca pública. Ella y mi tía Marthita trabajaron durante muchos años en la biblioteca “Eudoro Díaz” en la calle 9 de Julio, en mi Rosario Natal y, años después, en lo que había sido la Vigil. Recuerdo tardes enteras en los patios de la Eudoro Díaz, leyendo las historias de Naricita de Monteiro Lobato. No cambiaría esa infancia por la de la tablet.

Uno de los momentos mágicos de mi infancia era la visita del barco Doulos. Amarraba en la costa rosarina y era una fiesta. Recién lo googlée y pagaría lo que no tengo por volver a visitarlo. Mamá nos llevaba con nuestras amiguitas y nos regalaba libros.

Recuerdo también uno de los grandes“conflictos” que se suscitaron en mi infancia. La bibliotecaria de mi escuela llamó a mi madre para decirle que yo sacaba libros “para jorobar”. Es que yo retiraba uno por la mañana, lo leía mientras esperaba que mamá llegara del trabajo y lo devolvía por la tarde. Para sacar otro y leerlo después de la tarea. No jorobaba, leía.

También fui rata de Hemeroteca. Mis comienzos en el periodismo me encontraron revolviendo diarios viejos en la Biblioteca Argentina. No había Google en ese entonces, sólo manos e instinto periodístico. Los buenos profesionales de ese entonces saben de lo que hablo, de rebuscar la noticia…

Amo las bibliotecas públicas. Siempre paso por la Lugones, en Belgrano y recuerdo todos estos instantes que acabo de contarles.

Sólo que hoy corrió una lágrima de tinta por mis mejillas y tuve ganas de compartirlo con mis amigos lectores.


Véaseademás:

Colección Leer es Futuro

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Nuevos autores y nuevos ilustradores en 21 libros



Debido a la enorme demanda recibida el Ministerio de Cultura esta priorizando la entrega en papel solamente a instituciones estatales, bibliotecas populares y organizaciones sociales que reúnan a un público general de nuestro país. 

Si perteneces a una institución y queres hacer un pedido podes hacerlo al siguiente e-mail: leeresfuturo@cultura.gob.ar 


Todos los textos pueden descargarse de manera gratuita desde la página del Ministerio de Cultura o directamente haciendo click aquí

(Agradecemos al Ministerio de Cultura de la República Argentina por la información brindada)

Cincuenta sombras de Grey, arde la pantalla

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Este jueves 12 de febrero se estrena la película Cincuenta sombras de Grey ¿Ya leíste el libro? ¿Qué esperas de la película?



Cincuenta sombras de Grey es la esperada adaptación cinematográfica del bestseller que se ha convertido en un fenómeno mundial. Desde su publicación, la trilogía de "Cincuenta Sombras" ha sido traducida a 51 idiomas en todo el mundo y ha vendido más de 100 millones de copias tanto impresas como digitales, convirtiéndose en una de las sagas más vendidas en la historia.

Christian Grey y Anastasia Steele, personajes emblemáticos para millones de lectores, serán interpretados por los actores Jamie Dornan y Dakota Johnson. Completan el reparto: Luke Grimes como Elliot, el hermano de Christian; Victor Rasuk como José, el amigo de Anastasia; Eloise Mumford como Kate, la mejor amiga de Anastasia y compañera de habitación; Marcia Gay Harden como la Dra. Grace Trevelyan Grey, madre adoptiva de Christian; Rita Ora como Mia Grey; Max Martini como Taylor, el guardaespaldas de Christian; Callum Keith Rennie como el padrastro de Anastasia; Jennifer Ehle como Carla, la madre de Anastacia y Dylan Neal como Bob, el esposo de Carla.

Miraeltráiler:



Libroscalientes:

Cincuenta sombras de Grey 1
Autor: E. L. James
Editorial: GRIJALBO (07/2012)
Temática: NOVELA EROTICA
ISBN: 9789502806037
Formato: RUSTICA
Páginas: 544
Más información: click aquí

Cincuenta sombras más oscuras 2
Autor: E. L. James
Editorial: GRIJALBO (08/2012)
Temática: NOVELA EROTICA
ISBN: 9789502806068
Formato: RUSTICA
Páginas: 592
Más información: click aquí

Cincuenta sombras liberadas 3
Autor: E. L. James
Editorial: GRIJALBO (09/2012)
Temática: NOVELA EROTICA
ISBN: 9789502806112
Formato: RUSTICA
Páginas: 656
Más información: click aquí




Véaseademás:


Cómo se edita un texto: las cinco reglas de Botsford

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Gardner Botsford fue editor de The New Yorker. En este extracto de Life of Privilege, Mostly, expone unas reglas para editar un texto.




A principios de 1948, la entrega de «Carta desde París» y «Carta desde Londres» se trasladó desde el domingo a un día más civilizado de la semana, y a mí me trasladaron con ella. Otra persona pasó a encargarse de las noches de domingo y empecé a dedicar la mayor parte del tiempo a editar largas piezas factuales: «Perfiles», «Reportajes» y textos de ese tipo. Seguí editando a Flanner y Mollie Panter-Downes –de hecho, a partir de entonces edité todo lo que cualquiera de los dos escribiese para la revista–, y también me asignaron a varios escritores de primera clase del New Yorker, con muchos de los cuales formé alianzas permanentes. Eso implicaba menos tiempo con los escritores de menor calidad con los que había empezado, los Helen Mears y Joseph Wechsberg. Helen Mears era una escritora olvidable; a Joseph Wechsberg lo recordaré siempre. Era un incordio, un Mal Ejemplo y un rito de paso para cada editor junior. Para empezar, era checo y en realidad nunca aprendió inglés. (Aquí hay una observación biológica de Wechsberg que he conservado intacta a lo largo de los años: «Sin los largos hocicos de los abejorros, los pensamientos y el trébol rojo no pueden ser fructificados».) Además, había empezado como escritor de ficción (ahora es más conocido, si es que se le conoce por algo, por algunos relatos que publicó en la revista antes de la guerra) y, cada vez que los datos que necesitaba resultaban elusivos, se los inventaba. Como su escritura estaba desvinculada de la gramática, el vocabulario y la cordura (ver arriba), podía escribir muy deprisa, y no había nadie más prolífico que él. Sandy Vanderbilt siempre decía que había editado más a Wechsberg que yo, y que había editado más a Wechsberg de lo que el propio Wechsberg había escrito, por culpa de una pesadilla recurrente en la que trabajaba en un manuscrito implacable e interminable de Wechsberg que seguía supurando por mucho que Sandy trabajara, pero cuando fuimos a la morgue y sacamos el archivo de Wechsberg, ninguno de los dos podía recordar quién había editado qué, o, para ser más precisos, quién había escrito qué. Lo que nos molestaba era que Wechsberg era inmensamente popular entre los lectores, lo que quería decir que nosotros éramos inmensa, aunque anónimamente, populares entre los lectores. Cuando llegaron algunos editores que eran todavía másjuniors que yo –Bill Knapp, Bill Fain, Bob Gerdy y un par de figuras más transitorias–, les asignaron a Wechsberg y yo quedé libre al fin. No totalmente libre, por supuesto.

Como la revista publicaba cincuenta y dos números al año, la mayoría de los cuales contenía (entonces) al menos dos piezas factuales, era demasiado esperar que los escritores de primera fila pudieran satisfacer esa demanda. Eso abrió la puerta a escritores de segunda línea y yo (como Sandy, Shawn y todos los demás) tenía que echar una mano. Era el tipo de trabajo que me llevó a una serie de conclusiones sobre la edición.

Regla general n.º 1: Para ser bueno, un texto requiere la inversión de una cantidad determinada de tiempo, por parte del escritor o del editor. Wechsberg era rápido; por eso, sus editores tenían que estar despiertos toda la noche. A Joseph Mitchell le costaba muchísimo tiempo escribir un texto, pero, cuando entregaba, se podía editar en el tiempo que cuesta tomar un café.



Regla general n.º 2: Cuanto menos competente sea el escritor, mayores serán sus protestas por la edición. La mejor edición, le parece, es la falta de edición. No se detiene a pensar que ese programa también le gustaría al editor, ya que le permitiría tener una vida más rica y plena y ver más a sus hijos. Pero no duraría mucho tiempo en nómina, y tampoco el escritor. Los buenos escritores se apoyan en los editores; no se les ocurriría publicar algo que nadie ha leído. Los malos escritores hablan del inviolable ritmo de su prosa.



Regla general n.º 3: Puedes identificar a un mal escritor antes de haber visto una palabra que haya escrito si utiliza la expresión «nosotros, los escritores».       



Regla general n.º 4: Al editar, la primera lectura de un manuscrito es la más importante. En la segunda lectura, los pasajes pantanosos que viste en la primera parecerán más firmes y menos tediosos, y en la cuarta o quinta lectura te parecerán perfectos. Eso es porque ahora estás en armonía con el escritor, no con el lector. Pero el lector, que solo leerá el texto una vez, lo juzgará tan pantanoso y aburrido como tú en la primera lectura. En resumen, si te parece que algo está mal en la primera lectura, está mal, y lo que se necesita es un cambio, no una segunda lectura.



Regla general n.º 5: Uno nunca debe olvidar que editar y escribir son artes, o artesanías, totalmente diferentes. La buena edición ha salvado la mala escritura con más frecuencia de lo que la mala edición ha dañado la buena escritura. Eso se debe a que un mal editor no conservará su trabajo mucho tiempo, mientras que un mal escritor puede continuar para siempre, y lo hará. La buena escritura existe al margen de la ayuda de cualquier editor. Por eso un buen editor es un mecánico, o un artesano, mientras que un buen escritor es un artista.



La traducción pertenece a Daniel Gascón
Fuente: gascondaniel.wordpress.com (Recomendamos este interesante blog)

Estudio: las palabras positivas les ganan a las negativas

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Un análisis de los 100.000 términos más utilizados en 10 idiomas reveló que predomina el uso de vocablos alegres. El español, a la cabeza del ranking.

Los hispanohablantes son los que más palabras poistivas usan para comunicarse.
Palabras alegres versus tristes. Ese fue el partido que plantearon científicos de la Universidad de Vermont(Estados Unidos) para ver cuáles se usan con mayor frecuencia. Para determinarlo, analizaron durante ocho años los 100.000 términos más utilizados en 10 idiomas. El resultado fue abrumador: el uso de vocablos positivos le gana al de negativos en todas las lenguas, con la española a la cabeza.

El equipo de investigadores se lanzó a la tarea de buscar evidencia científica que comprobara o refutara la Hipótesis de Pollyana, elaborada en 1969 por los psicólogos Charles Osgood y Jerry Boucher, que sostiene que existe una tendencia universal a utilizar con mayor frecuencia términos positivos que negativos.

Esa teoría fue entonces puesta a prueba por el equipo dirigido por los matemáticos Peter Dodds y Chris Danforth. El corpus analizado constó de textos tan variados como subtítulos de películas en árabe, tuits en coreano, clásicos de la novela negra rusa, libros en chino, letras de música en inglés y artículos de The New York Times, entre otras variadas fuentes.

Trabajaron sobre 10 idiomas: español, inglés, portugués (hablado en Brasil), alemán, francés, chino, ruso, indonesio, árabe y coreano. “En todos, la gente usa más palabras positivas que negativas”, afirmó Dodds, que se mostró sorprendido con los resultados (“no lo esperábamos”).

Las palabras fueron seleccionadas por máquinas a través de algoritmos que hallaron los 10.000 vocablos más utilizados en cada lengua. Después, se les encargó a los hablantes nativos de cada una de ellas que las puntuaran a través de una escala del 1 al 9, desde las más negativas a las más positivas. Así, se reunieron unas cinco millones de valoraciones. En inglés, risa, por ejemplo, obtuvo un promedio de 8,50; comida, 7,44; camión, 5,48; avaricia, 3,06 y terrorista 1,30. No obstante, “el contenido emocional estimado de las palabras es coherente entre las lenguas”, apuntaron los autores del trabajo publicado en PNAS.

El estudio arrojó que los hispanohablantes son los que más palabras positivas usan para comunicarse. Detrás se ubican los que hablan el portugués de Brasil y el inglés. “El intercambio en chino y en ruso suele ser el menos positivo”, señaló Dodds. En futuras investigaciones pretenden incluir el sueco y el noruego.

"Sin embargo, lo relevante es que todas las lenguas tienen un sesgo positivo", comentó Dodds en diálogo con el diario El País. Por cada palabra con carga negativa en español, se usan nueve positivas, detalló, e incluso en el caso del chino, la relación es 30-70 a favor de la alegría.

Medidor de la felicidad

Los investigadores desarrollaron un "hedonómetro", una herramienta de Internet que permite establecer un índice de la felicidad en tiempo real a través del rastreo de tuits escritos -por ahora- en inglés. El medidor mostró, por ejemplo, una caída el día del ataque a la redacción de Charlie Hebdo, en París, el 7 de enero.

La misma tecnología fue utilizada para escanear 10.000 clásicos de la literatura universal como Moby Dick, El Quijote, Ulises, Oliver Twist, Crimen y castigo o El conde de Montecristo. El hedonómetro permite visualizar los altibajos emocionales de las historias según las palabras utilizadas.

Para los investigadores, el nuevo estudio aporta datos acerca de nuestra naturaleza social que, consideran, puede ser codificada en las palabras, componentes básicos del idioma. Y concluyeron que los resultados muestran que “los seres humanos tienden a buscar (y hablan del) lado brillante de la vida”.

Fuente: Clarín

Servicio de consultas lingüísticas de la RAE

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Una de las mejores opciones para resolver nuestras dudas lingüísticas las podemos encontrar en la Real Academia Española (RAE). Aquí le ofrecemos las respuesta a una selección de las preguntas más frecuentes planteadas por los usuarios.


Exclusión de ch y ll del abecedario
Se excluyen definitivamente del abecedario los signos ch y ll, ya que no son letras, sino dígrafos.

Un solo nombre para cada letra
La Ortografía (2010) recomienda un solo nombre para cada letra, aunque algunas de ellas tengan nombres diversos según las zonas.

En español, cuórum y Catar, en lugar de quórum y Qatar
En español, la q solo se emplea como parte del dígrafo qu para representar el fonema /k/ ante las vocales e, i (queso [késo], quién [kién]). No debe usarse como grafema independiente.

Palabras como guion, truhan, fie, liais, etc., se escriben sin tilde
Voces como guion, truhan, fie o liais son monosílabos desde el punto de vista ortográfico y, por ello, deben escribirse sin tilde.

El adverbio solo y los pronombres demostrativos, sin tilde
Se recomienda escribir siempre sin tilde el adverbio solo y los pronombres demostrativos, incluso en casos de posible ambigüedad.

La conjunción o siempre sin tilde, incluso entre cifras
La conjunción o es un monosílabo átono y, por tanto, debe escribirse siempre sin tilde, aparezca entre palabras, cifras o signos.

Normas de escritura de los prefijos: exmarido, ex primer ministro
Por primera vez se ofrecen en la ortografía académica normas explícitas sobre la escritura de las voces o expresiones prefijadas.

Los extranjerismos y latinismos crudos (no adaptados) deben escribirse en cursiva
En la última ortografía se da cuenta de las normas que deben seguirse cuando se emplean en textos españoles palabras o expresiones de otras lenguas.

Uso de los pronombres lo(s), la(s), le(s). Leísmo, laísmo, loísmo
Se explica aquí el uso correcto de los pronombres átonos de 3.ª persona lo(s), la(s), le(s) según la norma culta del español general.

Había muchas personas, ha habido quejas, hubo problemas
Cuando el verbo haber se emplea para denotar la mera presencia o existencia de personas o cosas, se usa solo en tercera persona del singular.

Hubieron
Se explican aquí los usos correctos e incorrectos de la forma verbal hubieron.

Habemos
Se explican aquí los usos incorrectos y el único correcto de la forma verbal habemos.

Se venden casas, Se buscan actores frente a Se busca a los culpables
Se explica aquí la diferencia entre las oraciones de pasiva refleja (Se buscan actores) y las oraciones impersonales (Se busca a los culpables).

Detrás de mí, encima de mí, al lado mío
Es impropio del habla culta combinar adverbios como detrás, encima, delante, etc., con posesivos (mío/a, tuyo/a, etc.), ya que los posesivos solo modifican a los sustantivos. Debe decirse detrás de mí (y no detrás mío), pero puede decirse al lado mío o a mi lado, pues lado es un sustantivo.

Dobles participios: imprimido/impreso, freído/frito, proveído/provisto
Los verbos imprimir, freír y proveer tienen dos formas válidas de participio.

Doble negación: no vino nadie, no hice nada, no tengo ninguna
En español es correcta la doble negación. No anula el sentido negativo del enunciado, sino que lo refuerza.

Infinitivo por imperativo
Para expresar orden o mandato, deben usarse las formas propias del imperativo, no el infinitivo: Comeos todo (y no Comeros todo).

El agua, esta agua, mucha agua
Ante los sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica se usa la forma el del artículo: el agua. Pero el resto de los determinantes, así como los adjetivos, deben ir en femenino: esta agua, mucha agua, agua clara.

Ir por agua o ir a por agua
Con el sentido de ‘ir en busca de’, son válidas las dos construcciones: en América, se dice en exclusiva ir por agua, mientras que en España es normal ir a por agua.

Sustantivo + a + infinitivo: temas a tratar, problemas a resolver, etc.
Estas estructuras, provenientes del francés, suelen considerarse inelegantes y normativamente poco recomendables, aunque se admite su empleo en determinados contextos.

Mayor / más mayor
Aunque mayor es, en principio, una forma comparativa, en ciertos casos carece de valor comparativo y admite, por ello, su combinación con el adverbio más.

Palabras clave o palabras claves, copias pirata o copias piratas
Tanto palabras clave o copias pirata como palabras claves o copias piratas son expresiones posibles y correctas.

La mayoría de los manifestantes, el resto de los alumnos, la mitad de los presentes, etc. + verbo
Se explica aquí la concordancia del verbo con este tipo de estructuras de sujeto.

Veintiuna personas, veintiuno por ciento
No es correcto decir veintiún personas o veintiún por ciento, ya que el numeral uno y los compuestos que lo contienen solo se apocopan ante sustantivos masculinos o ante sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica.

Veintiuna mil personas o veintiún mil personas
Cuando entre el numeral y un sustantivo femenino se interpone la palabra mil, la concordancia de género entre el numeral y el sustantivo es opcional.

Los miles de personas
Mil es un sustantivo masculino, por lo que los determinantes que lo acompañan deben ir también en masculino: los miles de personas, unos miles de personas.

Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas
Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico.

India o la India, de Perú o del Perú
Muchos nombres de países pueden usarse opcionalmente con artículo antepuesto o sin él

Plural de las siglas: las ONG, unos DVD
En español, las siglas son gráficamente invariables en plural, aunque pluralicen normalmente en el habla: las ONG (pron. [las oenejés])

Tilde en las mayúsculas
En español es obligatorio tildar las mayúsculas cuando les corresponde llevarla según  las reglas de acentuación gráfica.

Tilde en las formas verbales con pronombres átonos: deme, estate, mirándolo, etc.
Las formas verbales con pronombres átonos (deme, estate, mirándolo) siguen las reglas generales de acentuación.

Tilde en qué, cuál/es, quién/es, cómo, cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde
Se ofrecen aquí las claves para saber cuándo estas palabras (relativos e interrogativos) se escriben con tilde o sin ella.

Porqué / porque / por qué / por que
Se ofrecen aquí las claves para saber cuándo debe usarse cada una de estas formas.

A ver / haber
Se ofrecen aquí las claves para distinguir adecuadamente en la escritura estas dos expresiones oralmente idénticas.

Has / haz
Aunque en zonas de seseo has y haz se pronuncian de la misma forma, deben distinguirse adecuadamente en la escritura.

Halla / haya / aya
Se ofrecen aquí las claves para distinguir adecuadamente en la escritura estas formas, que la mayoría de los hispanohablantes pronuncian de la misma forma.

Echo, echa, echas / hecho, hecha, hechas
Deben distinguirse en la escritura las formas del verbo echar de las correspondientes homófonas del verbo hacer.

Mayúscula o minúscula en los meses, los días de la semana y las estaciones del año
Los nombres de los meses, los días de la semana y las estaciones del año se escriben con minúscula inicial.

Ortografía de los signos de interrogación y exclamación
En español, es incorrecto prescindir del signo de apertura en los enunciados interrogativos o exclamativos.

Cambio de la y copulativa en e
Se explica aquí cuándo la conjunción copulativa y se transforma en e.

Cambio de la o disyuntiva en u
Se explica aquí cuándo la conjunción disyuntiva o se transforma en u.

División silábica y ortográfica de palabras con tl
Las palabras que contienen la secuencia tl pueden dividirse silábicamente de dos formas: at.le.ta, a.tle.ta.

De 2007 o del 2007
Las dos formas son correctas, pero es mayoritaria y preferible la que prescinde del artículo.

Fuente: RAE

Véaseademás:



La milla de los museos, un recorrido imperdible para disfrutar del arte en la ciudad

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Compartimos este interesante artículo aparecido hace un tiempo en el diario La Nación y escrito por una de las personas que más sabe de arte en la Argentina. 
La milla de los museos es uno de los recorridos imperdibles de la ciudad. Allí están las mejores colecciones de Buenos Aires, con piezas destacadísimas y arte para todo público.


La caminata comienza en Suipacha, entre Arroyo y Libertador, con el Museo Isaac Fernández Blanco, una joya arquitectónica de cuño español que fue la casa de Martín Noel. Tiene un lindo jardín y la mejor colección de arte hispanoamericano: mates, abanicos, grabados, litografías, platería, imaginería barroca y la capilla convertida en auditorio y sala de música de cámara.

Por Libertador, camino del triángulo de las artes formado por el Palais de Glace, el Museo Nacional de Bellas Artes y el Centro Cultural Recoleta, en la intersección con Callao está el Museo de Arquitectura. Una vieja torre ladrillera de los ferrocarriles, construida por los ingleses. Tiene un raro formato que sirve, curiosamente, para los fines museológicos. Allí el visitante puede tomar contacto con las últimas tendencias a través de exposiciones muy bien documentadas.

El Palais de Glace se perfila con su cúpula inconfundible en la esquina de Schiaffino. Es la sede de las Salas Nacionales de Exposición y hace añares fue una pista de patinaje sobre hielo, muy Belle Époque, lo que explica su nombre. Allí se exhiben los premios nacionales de pintura, grabado escultura y dibujo. Al salir rumbo al Centro Cultural Recoleta se impone la presencia majestuosa de la estatua ecuestre del Alvear de Bourdelle. La mejor obra, sin duda, de ese discípulo aventajado de Rodin, que esculpió un caballo de gran porte y un general sin sombrero y con la mano en alto para recibir a los visitantes en el umbral de la avenida más elegante de la ciudad .


El Centro Cultural Recoleta fue en su origen el Hogar de Ancianos Viamonte y es hoy el más visitado centro cultural del país. La categoría y la variedad de las muestras exhibidas lo convierten en el favorito de locales y visitantes. Exhibe, en la Sala J, una didáctica muestra de la obra reciente del arquitecto tucumano César Pelli, y al lado, en la Cronopios -la mejor del CCR-, la retrospectiva de Jorge Dermijian curada por Renato Rita. Los fines de semana se monta en los jardines vecinos de la Iglesia del Pilar y el Cementerio de la Recoleta una animada feria de artesanos donde hay de todo: desde un tarotista iluminado y cinturones de cuero crudo hasta collares de caracolas marinas y camisolas de batik.


Basta cruzar Pueyrredón para encontrarse con la cumbre de la milla: el Museo Nacional de Bellas Artes. El edificio supo ser una antigua casa de bombas de Obras Sanitarias, convertida en museo gracias al talento y buen gusto del arquitecto Alejandro Bustillo. El museo, fundado en 1896 por Eduardo Schiaffino, crítico de LA NACION, alberga las colecciones de arte europeo más importantes de América del Sur. La base de esa pinacoteca extraordinaria fueron las donaciones de Guerrico, Santamarina, González Garaño, Piñero, Hirsch, Bemberg y Di Tella, entre muchas otras, además de las compras hechas por Schiaffino.


La colección tiene maravillas: la pintura española de Anglada Camarasa, los dibujos de Piranesi, la bailarina de Degas, el retrato de Modigliani y Picasso, Rodin, Courbet, Sisley, Leger. La lista sigue, pero hay cinco obras en el corazón de esta pinacoteca que merecen más de una visita: La ninfa sorprendida, uno de los pocos desnudos que pintó Manet; Mujeres indolentes, un colosal Guttero pleno de sensualidad y erotismo; El despertar de la criada, de Eduardo Sívori, retrato intimista de pura cepa criolla; La vuelta del malón, de Ángel Della Valle, memoria de territorio, patria y raza, y Sin pan y sin trabajo, obra maestra de Ernesto de la Cárcova, una carta de identidad del ser nacional.

Consejo: no retirarse del museo sin echar un vistazo a las escenas de la guerra pintadas por Cándido López. Soldado en la Guerra del Paraguay, donde perdió el brazo derecho, el manco López empezó de cero y pintó con la izquierda estas telas apaisadas que lo harían inmortal.

Próxima escala: el Museo Nacional de Arte Decorativo, previo paso por el Museo José Hernández, consagrado a las cosas nuestras. El Decorativo ocupa el palacio que fue del embajador chileno Matías Errázuriz, proyectado por el francés René Sergent. Los retratos de Sorolla de los Errázuriz son una perla. Lo es también la habitación del joven "Mato", decorada por el maestro catalán Josep María Sert, y el gran Salón Renacimiento.

En Figueroa Alcorta y San Martín de Tours está el Malba. Con poco más de una década de existencia, es uno de los más populares museos de la ciudad, punto de encuentro para ver buen cine.


El Museo de Arte Latinoamericano tiene una completa colección de la región, con el acento puesto en arte moderno, y tres obras maestras: Abaporu, de Tarsila de Amaral; Autorretrato con loro, de Frida Kahlo, y el retrato cubista de Ramón Gómez de la Serna, por Diego Rivera. En estos días se puede ver la antológica muestra consagrada a Berni en las series de Juanito y Ramona, sus personajes emblemáticos.

Fin de recorrido: el Museo Sívori, en los bosques de Palermo. La colección está centrada en el arte argentino de la primera mitad del siglo XX, pero recibe ocasionalmente muestra temporarias de nivel internacional, como la del francés Corda, un escultor descarnado y conmovedor.

Texto: Alicia de Arteaga
Fuente: La Nación

Véase ademas: 

Ronda Cultural: Museos y espacios culturales gratis



Octavio Paz en manos de la censura franquista

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La dictadura elaboró, entre 1950 y 1976, hasta 14 informes contra los libros del Nobel.

Foto inédita de Octavio Paz a los 23 años 
Los funcionarios de la Dirección General de Propaganda y la Dirección General de Cultura Popular del Ministerio de Información y Turismo, que se ocupaban de revisar (léase censurar) todo lo que se publicaba en España durante la dictadura de Franco, afilaban la mirada, subrayaban, tachaban y, al final de su lectura, rellenaban siempre el mismo formulario: “¿Ataca al dogma? ¿A la moral? ¿A la Iglesia o a sus Ministros? ¿Al Régimen y a sus instituciones? ¿A las personas que colaboran o han colaborado con el Régimen? ¿Los pasajes censurables califican el contenido total de la obra?”. Uno de los grandes afectados por aquellas preguntas y los subsiguientes cortes y supresiones de pasajes fue el escritor mexicano Octavio Paz (1914-1998).

En julio de 1950, la compañía Editora y Distribuidora Hispanoamericana S.A. (EDHASA) solicitó el permiso para distribuir 200 ejemplares de Libertad bajo palabra de Octavio Paz, publicados en México. El libro fue enviado a dos censores. El primero, Pedro de Lorenzo, dijo en su informe que en seis páginas había “frases o expresiones obscenas, otras irreverentes”. El segundo, Andrés de Lucas, apuntó con letra angulosa: “Versos oscuros y estúpidos con algunas expresiones equívocas. Creo, sin embargo que puede autorizarse por el escaso número de lectores que leerán estos engendros”.

Catorce informes de este estilo, sobre distintos libros del escritor mexicano y Premio Nobel de Literatura 1990, se exhiben hasta el próximo 20 de marzo en el Archivo General de la Administración, ubicado en Alcalá de Henares (Madrid), como parte de la exposición Octavio Paz: Guerra, Censura y Libertad. “La muestra podría dividirse en dos partes: la figura de Octavio Paz y el contexto de sus ideas y su obra en relación con España”, dice Evelia Vega, una de las comisarias, quien trabaja en el archivo dependiente del Ministerio de Educación Cultura y Deporte. En la exposición hay, además, fotografías del autor mexicano durante su estancia en España en 1937, junto a algunos de sus colegas que asistieron al Congreso de Escritores Antifascistas de ese año en Valencia, como el narrador José Mancisidor, el poeta Carlos Pellicer, el músico Silvestre Revueltas o el pintor José Chávez Morado. Y un reportaje gráfico de abril de 1982, cuando Octavio Paz visitó el Ateneo de Madrid.

Dice Eduardo Ruiz Bautista, investigador de la Universidad de Alcalá, que los censores franquistas se caracterizaban por su “servilismo desmedido, exceso de celo, ínfulas de literato frustrado y la crasa ignorancia y competencia lectora que exhibían en muchos de sus juicios y prejuicios”. Cuando en 1955 revisaron el poemario Semillas para un himno, escrito por Paz un año antes, Jesús Garcés señaló en su informe que se trataban de “poesías de un poeta americano, creacionista sin un argumento general. Después de la obra creadora el poeta hace unas traducciones de los poetas Marvell y Gerardo Nerval. Nada que objetar. Autorícese salvo superior parecer”.

Cuenta Jesús Cañete, el otro comisario de la exposición y director del Festival de la Palabra de la Universidad de Alcalá, que “la censura veía a Octavio Paz como alguien peligroso por haber asistido al Congreso Antifascista de Valencia. Quizá porque esa experiencia marcó para siempre al autor de El laberinto de la soledad, tanto en su obra poética como ensayística. Llama la atención que cuando la censura no podía evitar la publicación de algún libro, hacía todo lo posible por demorarla. El 17 de abril de 1973, Círculo de Lectores solicitó autorización para reeditar Los signos en rotación y otros ensayos, que ya había publicado Alianza en 1971. En esta ocasión el lector censor volvió a tachar las referencias que había a la Virgen en el texto dedicado a la obra de Marcel Duchamp (“La novia desnudada por sus solteros”). La editorial protestó argumentando que el libro ya se había editado anteriormente y que detener la impresión le causaba daños económicos. Entonces el censor no pudo impedir su impresión pero sí hizo todo lo posible por retrasarla. El libro no se publicó hasta año y medio más tarde: en septiembre de 1974”.

En 1971, la editorial Seix Barral decidió publicar Las peras del Olmo, un compendio de ensayos del Premio Cervantes 1981. La censura pidió que se suprimiera el texto titulado Aniversario Español. Y así se hizo en su primera edición. La censura, sin embargo, no se conformaría con trocear los libros de Paz. En 1975 se impidió la libre circulación de la revista Plural en España y el editor Pere Gimferrer organizó una protesta pública. Un año después, cuando ya el dictador había muerto, la censura seguía fijándose en los libros de Paz. “Vuelta, poemario de Seix Barral, es poesía surrealista. No me ha gustado. Pero desde el punto de vista jurídico-administrativo, nada que señalar”, dice el informe fechado en aquel año.

Este tratamiento al que fue sometida la obra de Octavio Paz en la España franquista ha despertado un interés mesurado entre los conocedores de la vida y obra del escritor mexicano. “Conocer estos documentos es algo curioso”, dice el filósofo Fernando Savater, “y son una buena anécdota para sumarla a toda la información que ya tenemos sobre Octavio. Son interesantes, también, porque demuestran la mentalidad de esos inquisidores contemporáneos que eran los censores franquistas, cuyos criterios literarios dejaban mucho que desear. Lo sé bien, porque me tocó vivir la censura en todo lo que escribí hasta los 28 o 30 años, la edad que tenía cuando yo murió Franco”.

Para Chus Visor, editor de Visor Libros, “los cortes que se le hicieron a la mayoría de los libros que pasaban por la censura franquista fueron poco importantes para su publicación. De lo contrario, los autores se hubieran negado a publicar. Lo que solía hacerse era cambiar algunas palabras por eufemismos. Y eso te jodía, como autor o editor, pero eras consciente del contexto en el que vivías y podías soportarlo”. Joan Tarrida, director editorial de Galaxia Gutenberg, que en alianza con Círculo de Lectores ha publicado las obras completas de Paz en España, opina que“el hecho de que ahora se conozcan estos informes no aporta gran cosa a la vida y obra del Nobel. Pero sí a la historia cultural de España. Porque demuestra cómo se trataba a los escritores durante la dictadura”.

Cortes, informes y tijeras












Fuente: El País de España
Fotos: (ARCHIVO GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN)

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"Argenleaks", los Libros detrás de las noticias

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Suele ocurrir que los libros se mezclan con la realidad. Este fue el caso de "Argenleaks", del periodista Santiago O´Donell, que dejó al descubierto una gran cantidad de información clasificada. ¿Lo leíste? ¿Qué te pareció?

“Cuando Julian Assange me entregó un pendrive con más de 2500 cables diplomáticos estadounidenses referidos a la Argentina, lo que más me llamó la atención fue la información referida al atentado en contra de la AMIA y al fiscal de la causa, Alberto Nisman.” (Santiago O’Donnell)


ARGENLEAKS
Autor: Santiago O'Donnell
Precio con IVA: $ 219,00
Sello: SUDAMERICANA
Fecha publicación: 09/2011
Tipo de edición: RÚSTICA
Páginas: 360
Medidas: 14,5 X 19,5 mm
ISBN: 9789500735223
EAN: 9789500735223
Idioma: Español
Temática: PERIODÍSTICO
Género: ENSAYOS
Colección: INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA






Sinopsis:

Cientos y cientos de documentos secretos que no dejan tema sin tocar, muchos de los cuales se revelan en ArgenLeaks por primera vez.

Como en una buena novela de espías, a comienzos de 2011 Santiago O' Donnell acudió al llamado del hombre del año, Julian Assange, para un encuentro reservado en un castillo inglés. El autor, el único periodista argentino que tuvo contacto con Assange, había sido investigado a fondo, sus credenciales periodísticas fueron chequeadas y rechequeadas, y recién allí logró encontrarse con el fundador de Wikileaks, para recibir de su mano un pendrive con los cables sobre Argentina producidos por la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires.

Cientos y cientos de documentos secretos que no dejan tema sin tocar, muchos de los cuales se
revelan en ArgenLeaks por primera vez. Cables sobre Cristina y sobre Néstor, sobre Amado Boudou, Guillermo Moreno, Hugo Chávez, Antonini Wilson, sobre la AMIA, la oposición, Clarín, Marcelo Tinelli, Joaquín Morales Solá y hasta despachos sobre el propio autor de este libro, que recoge lo más jugoso de la pata argentina del escándalo periodístico diplomático político que sacudió el avispero planetario.

Elautor:

Santiago O'Donnell es periodista. Actualmente cumple tareas como editor jefe de la sección "El Mundo" del diario Página/12 y escribe el blog santiagoodonnell.blogspot.com.ar. Comenzó su carrera en el Buenos Aires Herald, pero rápidamente pasó a trabajar en dos de los diarios más importantes de los Estados Unidos: entre 1987 y 1990 en Los Ángeles Times y de 1991 a 1994 en The Washington Post.

De regreso a la Argentina se incorporó a la redacción del diario La Nación, en la que estuvo cuatro años, antes de pasar a ser editor general del semanario TXT. Es autor del exitoso ArgenLeaks. Los cables de Washington sobre la Argentina, de la A a la Z (Sudamericana).

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"Ayer, hoy y mañana" (Mis memorias) Sophia Loren

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No sólo son las memorias o la autobiografía de una actriz famosa, también es un registro de época. 




"Lo mejor que me paso en la vida fue nacer sabia y pobre."



La italiana más universal del mundo finalmente escribió sus memorias. Cansada de biografías no autorizadas Sophia Loren (Sofia Scicolone) decide abrir el arcón de sus recuerdos una noche de Navidad, en una imagen que abre el libro de forma muy visual. 

En un libro muy bien escrito y sin desperdicios en que cada pasaje nos transporta en tiempo y espacio a la escena que esta contando: desde su infancia muy humilde en Italia hasta el codearse con las grandes figuras de Hollywood y del cine mundial. 

Sophia Loren es una marca registrada en sí. Es una mujer que ha atravesado épocas, ha vivido en su adolescencia las penurias de la Segunda Guerra Mundial, actuó con grandes luminarias del cine como Audrey Hepburn, Marlon Brando (a quien le puso los puntos una vez que se intentó propasar), Cary Grant, Marcello Mastroianni y fue dirigida por los principales directores de la época dorada del cine. 


Ayer, hoy y mañana el film de Vittorio de Sica del cual toma el nombre su autobiografía
Sophia Loren, con 80 años recién cumplidos nos brinda este magnifico documento para conocer los entretelones de sus películas de primera mano. 
El libro tiene mucha fotos del archivo personal de la actriz, así como cartas y recuerdos personales. 

Desde su publicación se vuelve un documento imprescindible para todos los amantes del buen cine. 


Sophia Loren nació el 20 de septiembre de 1934 en Roma y es una actriz de fama mundial con 80 películas a sus espaldas, entra las que se encuentran: Los Girasoles, El hombre de La Mancha, El viaje, Prêt-à-porter y Nine entre otras. 
Ganó dos Premios Oscar de la Academia.















Edita Lumen
376 páginas
Más información en: megustaleer

Libros ocultos: bibliotecas célebres sin lectores

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Las bibliotecas personales de Ernesto Sabato, Manuel Mujica Lainez y Tomás Eloy Martínez son conservadas por sus hijos, pero no fueron hasta ahora catalogadas ni pueden consultarse.

La biblioteca de Sabato. (Foto: Archivo)
"Que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo me jacto de aquellos que me fue dado leer", dijo alguna vezJorge Luis Borges. Los libros a los que se refiere, esos que lo hicieron soñar, lo inspiraron y lo instruyeron pueden ser consultados hoy en la Fundación que lleva su nombre. Pero no corrieron la misma suerte, por ejemplo, las bibliotecas personales de otros grandes escritores argentinos como Ernesto Sabato, Tomás Eloy Martinez o Manuel Mujica Lainez, que sólo pueden mirarse pero no tocarse. Y desde cierta distancia, como se mira un cofre que guarda un valioso tesoro. La llave para abrirlo debería, según el sentido común, estar disponible. Pero no lo está.

Los hijos de Sabato, Martínez y Mujica Lainez llevan años buscando sin éxito quien financie y tenga la preparación adecuada para inventariar y clasificar los miles de libros que ellos vieron desde niños en las bibliotecas de sus hogares y que ahora serían el festín de investigadores y lectores en general. Ni las universidades de gestión pública o privada que dictan carreras afines ni los institutos de investigación o entidades de bien público han decidido hasta ahora tomar a su cargo este servicio. En tanto, sólo algunos pocos pueden gozar, aprender o interpretar los comentarios anotados en los márgenes, los subrayados, las marcas y las dedicatorias que otros autores célebres les escribieron.

Manucho. (Foto: Archivo)
Los libros de Manucho están encerrados en una habitación de su casona El Paraíso, en Cruz Chica, Córdoba. Sólo se los puede ver tras una puerta de rejas que impide el paso a ese cuarto al visitante de la casa-museo. "Da nervios ver eso. Es terrible. Una biblioteca muerta. Sería lo mismo que poner libros falsos. Además, en vida de mi padre esa puerta de hierro no existía", dijo a LA NACION Ana Mujica, la única mujer de los tres hijos que tuvo el autor de Misteriosa Buenos Aires.

Cuando Manucho murió, en 1984, dejó en su enorme biblioteca unos quince mil libros de los que quedan unos nueve mil doscientos. Los demás fueron robados a fines de los años noventa, aunque no hay investigación ni datos precisos sobre ese delito. También desapareció el inventario de la mitad de esos volúmenes. Así, en 2007, cuando Ana aceptó asumir el cuidado del legado de su padre, se retomaron los intentos por clasificar la biblioteca. Se hizo un acuerdo con la Biblioteca Nacional, que les obsequió dos computadoras y envió una bibliotecaria durante tres días. "Ella instaló un software de la Unesco, Winisis, y les enseñó a usarlo a dos señoras amables. Se llegaron a registrar cuatro mil libros. Pero se robaron la computadora, nos quedamos sin sistema y ahora no se sabe buscar, así que es lo mismo que la nada", contó Ana.

En el salón de la Fundación Tomás Eloy Martínez, en el barrio de Boedo, en la ciudad de Buenos Aires, los cerca de diez mil títulos que el autor de Santa Evita conservaba divididos entre su vivienda porteña y la estadoudinense se pueden ver más de cerca que los de Manucho. Pero sólo eso. Los carteles que desde los estantes piden "no tocar"y la cámara de seguridad apuntando a la gran biblioteca logran intimidar al más curioso. Según el testamento de Martínez, que murió en enero de 2010, sus archivos y sus libros debían permanecer en un mismo lugar y disponibles para la consulta de investigadores, periodistas, escritores o estudiantes. "Con su archivo personal hemos logrado cumplir su deseo, pero con la biblioteca todavía no porque no la tenemos inventariada", admite Ezequiel Martínez, el tercero de los siete hijos que tuvo Tomás con sus tres esposas y a quien el escritor designó su albacea.

Tomás Eloy Martínez. (Foto: Archivo)
"Es muy necesario saber si son primera edición o no, si tienen marcas suyas o no. Papá marcaba mucho los libros. Yo los dejé con los stickers que usaba para indicar alguna página", agrega Martínez, quien ha recibido ofrecimientos de particulares para organizar la biblioteca de su padre. "Pero otro problema es en quién confiar. No conozco todos los libros que él tenía. ¿Y si después falta alguno? El que entiende y es experto sabe dónde poner el ojo."

Una escena parecida se repite en la casa de Santos Lugares, en la provincia de Buenos Aires, donde vivió Ernesto Sabato. No hay carteles, pero cuando Luciana y Guido Sabato reciben a los visitantes para guiarlos por la casa de su abuelo, les advierten que los libros no se tocan. Tal como los tenía don Ernesto, unos seis mil volúmenes están repartidos entre el estudio donde escribía y la biblioteca principal. Mario, uno de los dos hijos del autor de Sobre héroes y tumbas, contó: "Me he pasado los últimos cuatro años haciendo trámites y consiguiendo fondos, para que la casa pudiera abrirse a la comunidad, como un museo vivo. Aún con la importancia que tiene, el inventario, la clasificación y el trabajo para que el archivo y la biblioteca se organizasen y estuvieran a disposición de los estudiosos, no era el problema más urgente. Tenía la esperanza de que, con la muy amplia repercusión que la casa está teniendo, las universidades de las que mi padre fue profesor y doctor honoris causa se interesasen por participar. Pero no demostraron, hasta ahora, ningún interés. Tampoco parece importarle a la Universidad de Tres de Febrero, que hace tantas y tan valiosas cosas".

De ahí que la biblioteca de Sabato aún esté como cuando murió su dueño, en abril de 2011. "Para posibilitar la consulta de los libros deberíamos tener, además, personal rentado, de enorme confianza, que cuide el patrimonio", dijo Mario. Y agregó: "Él tenía una obsesión por el orden. En mi documental Ernesto Sabato, mi padre se incluye un momento donde hasta se lo toma en broma. Es un fragmento filmado a comienzos de los noventa, donde muestra el archivero en el que guardaba su correspondencia, sus artículos, todo organizado en esos minúsculos cajoncitos señalados con pequeñas etiquetas escritas con su letra diminuta. Los que visitan la casa pueden ver el archivero, restaurado y con sus etiquetas originales. Pero en los últimos años mi padre no estuvo bien, y sucedieron hechos tristes que prefiero no detallar. Los papeles se alborotaron, algunos se «ausentaron», faltan algunos originales".

Aun cuando no hayan llegado a la obsesión, el orden de los libros de Mujica Lainez y Martínez también llamaba la atención de sus hijos."Cuando mi padre vivía, su biblioteca tampoco estaba clasificada, pero sí estaba fantásticamente organizada", recuerda Ana. Y continúa: "Era facilísimo encontrar un libro. Cualquiera de nosotros sabía dónde estaban los franceses, los ingleses, los de religión, los de Buenos Aires u otros". Ese orden en el que Manucho conservaba sus queridos libros no se mantuvo. "Un bibliotecario los movió según el orden que técnicamente debe tener una biblioteca."

Tomás Eloy Martínez, como Sabato, tenía una minibiblioteca al alcance de su mano, en el lugar donde escribía, y otra grande. Salvo los faltantes que denuncia Mario, esa organización se mantiene en ambos casos. Para conservarlo antes del traslado hacia la sede de la Fundación, en el caso de Martínez, y para hacer arreglos en la casa, en el de Sabato, sus hijos tomaron fotos estante por estante y luego reprodujeron el orden. También Ana Mujica fotografió los anaqueles. "Pero yo lo hice para poder controlar que no faltara ninguno. Ya nos han robado tanto...", se lamenta, y aclara que los archivos personales de Manucho no pertenecen al Museo, sino a los herederos y que se conservan en una caja fuerte. Sólo los sacan cuando algún investigador lo requiere. "Eso pasa muy cada tanto. De todas formas, las cartas originales las mandamos a la Universidad de Princeton, en los Estados Unidos. Nos quedamos con las fotocopias. Porque yo no sé qué puede pasar en el futuro", afirmó y trajo a colación el interés que hay en el exterior por los archivos y bibliotecas personales de los escritores célebres.

Mario contó que recientemente un profesor, admirador de su padre, le hizo saber el interés de una universidad extranjera por comprar sus archivos y biblioteca personal. "No estoy autorizado a dar nombres, aunque por supuesto le agradecí su iniciativa", dijo con ironía quien rechazó el convite, no obstante admitir que, desde el punto de vista económico, podría convenir a los herederos. "Pero nos guían las mismas razones que hacen que las visitas a la casa sean gratuitas. Entiendo que el legado de mi padre lo tenemos que compartir con nuestra comunidad, que sus libros y sus archivos tienen que quedarse en su casa. Me resisto, sin embargo, a perdonar la ignorancia de las autoridades, que deberían cuidar un patrimonio que significa tanto para la cultura y la memoria de sus comunidades."

Los hijos de Mujica Lainez y Martínez coinciden en no sacar del país la biblioteca de sus padres. "Mientras yo viva no se va a vender nada", asevera Ana. "Nunca pensé en vender la biblioteca. Quiero que sirva al fin que mi padre pidió. Generalmente las familias de los escritores fallecidos terminan vendiendo. Por eso no sabemos qué pasó con algunas de ellas como es el gran misterio de la biblioteca de Bioy Casares y Silvina Ocampo, que, según parece, está en una instancia judicial, en cajas en un galpón y que ha sufrido un saqueo importantísimo", acota Martínez.

Los libros de Borges, unos tres mil, están clasificados y disponibles a la consulta en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges que dirige María Kodama. "Borges no tenía muchos libros porque no les gustaba conservarlos", dijo a LA NACION Fernando Soto, secretario de la Fundación. Pero la biblioteca personal de otros grandes escritores latinoamericanos aún continúa bajo llave. Es el caso de una parte de la biblioteca de Gabriel García Márquez sobre la que sus herederos aún no habrían tomado una decisión definitiva. Lo que se vendió a Texas fueron sus archivos personales.

También están a la espera de ver la luz los libros del uruguayo Mario Benedetti. La Fundación que lleva el nombre del escritor fallecido en 2009 se propuso instalar su biblioteca personal, que tiene más de diez mil ejemplares, en una casa que se compró con el dinero de la venta del departamento donde vivía el autor. Así él lo había dejado dispuesto. En diciembre último aún se estaba reciclando ese inmueble y la Fundación lanzó una campaña de recolección de fondos para poder concluir esos trabajos. Por ahora, funciona en el edificio de la Asociación de Autores de Uruguay, en Montevideo.

LOS CUSTODIOS DE UN LEGADO

Mario Sábato

"Para la consulta de los libros deberíamos tener personal de confianza"

Ana Mujica

"En vida, Mi padre tenía su biblioteca Perfectamente organizada"

Ezequiel Martínez

"Papá marcaba mucho los ejemplares. los dejé con los stickers que usaba"

Fuente: La Nación

Un día en la British Library

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¿Qué ocurre cada día en una gran y gigantesca biblioteca? Y especialmente, en las partes en que los usuarios no tienen acceso.


La British Library acaba de publicar un vídeo (forma parte de una campaña sobre el futuro de la biblioteca) en la que se puede ver todo lo que ocurre en las entrañas de la misma durante una jornada. Y un día en la British Library tiene muchas y muy variadas actividades, desde las visitas de escolares hasta el trabajo de quienes controlan que los títulos que albergan sus colecciones permanezcan en buen estado.



Pero lo impactante no es solo ver todas y cada una de las cosas que pueden ocurrir en una gran biblioteca (y realmente son y parecen muchas) sino también descubrir que el propio vídeo tiene un tanto de creación artística. La música que se escucha durante los dos minutos que dura el vídeo es una creación de DJ Yoda, que usó para crearla los archivos sonoros de los fondos de la biblioteca.


Fuente:  eBookFriendly a través de Libropatas

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Raymond Chandler: "El largo adiós"

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Todo crimen parte de una premisa: solo el que muere sabe quién es el asesino.
De ahí que nos fascine tanto el relato policial. Desde los aristocráticos crímenes de Agatha Christie, pasando por Ruth Rendell, P.D. James y por supuesto Raymond Chandler, considerado el padre absoluto de la novela negra policial.

Grandes escritores fueron adictos a este género, más allá de nombres, leían el género porque sí. En un viaje en tren Cortázar leía y arrancaba las páginas para pasárselas a su mujer. Onetti se jactaba de leer una novela policial por noche. 

Philip Marlowe, es el encargado de llevar adelante la historia de "El largo adiós"(sexta novela de la serie creada por Raymond Chandler, al cual consideraba su mejor libro).
En la literatura argentina, Philip Marlowe es un viejo conocido. Todos aquellos que leímos "Triste, solitario y final" de Osvaldo Soriano lo reconocemos como un viejo amigo. Es el encargado de acompañar a Soriano en su peregrinar por Hollywood. 

Los detectives de las novelas policiales negras, son tipos duros, son perdedores que pasan sus días y sus noches ahogándose en whisky barato, café quemado y cigarrillos. Pero a su vez, estos perdedores, son los únicos que pueden salvar la historia, porque justamente no tienen nada que perder. 

Esta edición cuenta con un epílogo esclarecedor sobre el género y sobre la novela en sí a cargo de Ricardo Piglia. Es un gran acierto la elección de Piglia para darle ese "bonus track". Uno de los principales escritores argentinos de la actualidad, cultor del género (responsable de una antología de relatos policiales llamada "Crímenes perfectos") dueño de una maestría y una claridad académica que no resulta soporífera. 

Dense una vuelta por este libro, visiten esos suburbios, esa Norteamérica post depresión. El policial negro es como un caballo de troya, va disfrazado de mala literatura, pero no se engañen, es alta cultura acompañada de whisky barato. 



Raymond Chandler (1888-1959) fue un autor de estilo inteligente y mordaz, fue uno de los grandes maestros del género negro. Entre sus novelas se encuentran: "El sueño eterno", "Adiós, muñeca", "La dama del lago" y "Playback", entre otros.













Edita: Debolsillo

416 páginasMás información en: megustaleerArgentina

Leer con los chicos los hace más y mejores lectores

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Un estudio señala que los chicos a los que se les lee durante la primaria acceden a historias o palabras más complejas. Recomiendan leerles en voz alta incluso cuando pueden hacerlo solos.

POR MOTOKO RICH. THE NEW YORK TIMES

Un espacio para compartir. El vínculo entre chicos y grandes se afianza a la hora de leer.
Hay motivos para preocuparse por la distracción digital: cada vez son menos los niños que leen libros por diversión, según un informe dado a conocer por la editorial infantil estadounidense Scholastic.

En una encuesta realizada en 2014 entre algo más de mil chicos de seis a diecisiete años, sólo el 31 por ciento dijo leer por placer casi a diario, menos que el 37 por ciento de hace cuatro años.

Entre los mejores lectores se corroboraron algunos patrones persistentes: en el caso de los niños menores –entre seis y once años–, el hecho de leerles en voz alta con regularidad y de restringirles el tiempo online se relacionó con una lectura más frecuente. En cuanto a los mayores –de doce a diecisiete años–, uno de los principales indicadores fue si tenían tiempo para leer por su cuenta durante las horas que pasan en la escuela.

El descubrimiento respecto de la lectura en voz alta a los niños mucho más allá de la etapa preescolar podría resultar una sorpresa para algunos padres que les leían libros a sus hijos a la hora de irse a la cama cuando eran muy chicos pero que luego abandonaron la práctica.

El verano pasado (boreal), la Academia de Pediatría de los Estados Unidos recomendó a todos los padres leer a sus hijos desde que nacen. “Muchos padres asumen que, una vez que los niños empiezan a leer solos, lo mejor que pueden hacer es dejar que lo hagan”, declaró Maggie McGuire, vicepresidenta de un sitio web destinado a padres que administra Scholastic.

Sin embargo, seguir leyéndoles durante toda la escuela primaria parece relacionarse con el desarrollo de un amor por la lectura. Según el informe mencionado, el 41 por ciento de los lectores frecuentes de entre seis y diez años escuchó lecturas en voz alta en su casa, mientras que sólo se le leyó al 13 por ciento de los lectores infrecuentes.

Scholastic encarga el “Informe sobre lectura familiar e infantil” desde 2006. Lo hace YouGov, una firma de análisis de mercado. Kristen Harmeling, una de sus socias, señaló que los niños que participaron en la encuestas mencionaron muchas veces la lectura en voz alta como un momento especial de la relación con sus padres. “No creo que los padres adviertan qué importante es ese momento ni el papel que desempeña en la vida de los hijos”, declaró.

Sin duda los niños aficionados a la lectura por lo general viven en casas donde hay muchos libros y tienen padres a quienes les gusta leer.

Aún no hay estudios que relacionen de manera concluyente la lectura en voz alta a mayor edad con una mejor comprensión de lo que se lee. Pero algunos especialistas señalan que, cuando padres o maestros leen en voz alta a los niños, incluso una vez que éstos saben leer, los chicos pueden escuchar palabras o historias más complejas que las que podrían abordar solos.

“Tiene que ver con la idea de ir introduciendo a los niños en un vocabulario más avanzado”, dijo Pam Allyn, fundadora de LitWorld.Org, un grupo sin fines de lucro que impulsa la lectura por parte de niños y jóvenes. “La lectura en voz alta eleva el nivel de los chicos.”

Otros especialistas dicen que el verdadero valor de leerles a los niños es contribuir a desarrollar cierto conocimiento de todo tipo de temas, así como la exposición a un lenguaje sofisticado.

“No hace falta leer” para lograr eso, señaló Catherine Snow, una profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard. “Una conversación de dos minutos sobre algo de la televisión o de una revista, o acerca de algo que se ha leído, también tener los mismos efectos positivos de la lectura en voz alta.”

Traducción: Joaquín Ibarburu

Publicado en:Revista Ñ

10 años sin El Carpo

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Son muchos pensamientos para una sola cosa.



Aclaro algo: esto no es un posteo sobre bibliotecas o libros o lecturas. Así que si alguno entro buscando eso que deje de leer acá. 

Parece ayer cuando nos despertamos con esa fatídica noticia de la desaparición física de uno de los mayores guitarristas de rock y blues que dio la Argentina. No nos reponíamos de la catástrofe de Cromagnon cuando el rock se ponía nuevamente de luto. 

Norberto Napolitano fue la escuela de muchos jovencitos que nos iniciábamos en el rock, con viejos casetes y walkmans en los recreos de escuelas secundarias. Era la vieja escuela de la birome y el casete. Eran tiempos donde los discos se compraban y se grababan o te lo pasaban los mas grandes. Hoy en tiempos de download y streaming tenemos toda la obra a nuestra disposición. No hay excusas para no escucharlo. 

Pappo grabó y tocó con todos: con BB King, con Botafogo, con Charly Garcia, con Juanse, con Andrés Calamaro, con La Renga, con Lemmy en una banda pre Motorhead y nos enseño el hard rock en castellano con Riff. Tenemos ese disco llamado acertadamente "Pappo y amigos" como registro de sus colaboraciones y su influencia sobre todo el rock nacional. Pero también es un registro de su generosidad. 

Diez años sin Pappo. Todavía se lo extraña y todavía se lo celebra, con alegría pero también con mucha nostalgia.

El Teorema Katherine, de John Green

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Penguin Random House nos hizo llegar el nuevo libro de John Green, "El Teorema Katherine" y para escribir la reseña invitamos a Lulu Lastreto, de "Lectores Apasionados", una joven lectora de literatura adolescentes, quien nos regalo su estilo y diseño particular. ¿Qué te pareció?

Por: Lulu Lastreto



Nombre: El Teorema Katherine
Título original: An Abundance of Katherines
Autor: John Green
Editorial: Nube de Tinta (PRH)
Precio: $179 (argentinos)
Páginas: 320
¿Saga?: No
Sinopsis: Según Colin Singleton existen dos tipos de persona: los que dejan y los que son dejados. Él, sin duda, pertenece al segundo. Su última ex, Katherine XIX, no es una reina, sino la Katherine número diecinueve, que le ha roto el corazón. Para escapar de su mal de amores, y con el propósito de hallar un teorema que explique la maldición de las Katherine, Colin emprende junto a su amigo Hassan una aventura que le llevará a Gutshot, un pueblecito de Tennessee, y a la sospecha de que en la vida la inteligencia no siempre es la mejor compañera de viaje.

Colin Singleton un niño prodigio (no un genio, señoras y señores) que cree que existen dos personas en el mundo: los que dejan y los que son dejados. Inicia un viaje junto con su mejor amigo Hassan, luego de que su novia Katherine XIX lo deje. Pero el propósito del viaje, además de tratar de olvidarla será poder descubrir un teorema que pueda describir su relación con cada una de las Katherines.
“A él le gustaban los libros, porque adoraba el simple acto de leer, la magia de convertir garabatos de una página en palabras dentro de su cabeza.”
De todos los libros de John Green que leí (Bajo la misma estrella, Ciudades de Papel, Buscando a Alaska y este mismo) es el que menos me gustó. El gran problema en este libro no es la trama ni nada por el estilo. El problema fue nuestro querido protagonista, al principio estuvo bien, lo entendía es razonable que estés deprimido porque una chica te dejó. Pero con el correr de las páginas, Colin se obsesiona con su teorema y leyendo, sin sociabilizar con nadie. Y a través de algunos flashbacks podemos ver como se le sube su ego, se hace el incomprendido, y el superior. Y esas cosas sí que me hartan.
"Lo que te importe define lo que importas."
Ahora hablemos de la historia, o más bien de su viaje. Ese viaje que Colin hace junto con su mejor amigo Hassan, parece tener fin en un pueblito de Tenesse llamado Gutshot. Allí conocen a la encantadora Lindsey Lee Wells con la que van a llegar a tener una gran amistad. Tanto, que ella les permite vivir en su casa junto a su madre Hollis quien les ofrece un trabajo del cual no podemos hablar mucho porque podría ser un spoiler.
“Los libros son el no va más de los dejados. Los dejas y te esperan toda la vida; les prestas atención y siempre te corresponden.”
A pesar, de algunos personajes que me desagradaron (mencionado más arriba) y otras situaciones que hicieron que casi me saque los pelos. John Green es capaz de hacerte avanzar en la lectura por más aburrido que te parezca.
Algo que hace muy especial al libro son que está lleno, literalmente lleno de matemáticas que te puede gustar o no. Y en mi caso, no, no me gustó había cosas que ni releyéndolas las lograba terminar de comprender.
" Nunca se puede amar a alguien tanto como los puedes echar de menos . "
Aunque tuvo sus malos momentos, el final estuvo pasable medio meh…Pero puedo decir que remontó un poco lo que no me había gustado mucho.
"Así que todos somos importantes, tal vez menos que mucho, pero siempre más que nada"
El Teorema Katherine (no sé porque siempre pongo “…de Katherine”) es un libro bueno, para pasar el tiempo, pero nada que me parezca muy memorable. Y Si te gustan las matemáticas puede que te llegue a gustar.




John Michael Green nació en Indianapolis en 1977. Se graduó en Lengua y Literatura Inglesa y en Estudios Religiosos en El Kenyon College. Tras empezar carrera en el mundo editorial como crítico y
editor, publicó su primera novela Buscando a Alaska en 2005, que le valió una medalla Printz y lo situó en el top diez de mejores novelas juveniles. Sus siguientes trabajos, El teorema Katherine (2006) y Ciudades de papel (2008), le han convertido en uno de los autores más reconocidos en novela juvenil y crossover. Ha sido galardonado con el premio de honor Printz, el Premio Edgar, y dos veces finalista del Premio Libro del LA Times. Bajo la misma estrella, su última novela, se ha convertido en un auténtico fenómeno mundial.



Ustedes, ¿leyeron El Teorema Katherine?



Buenos Aires lee: es la ciudad del mundo con más librerías

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Hay 25 por cada 100.000 personas; le siguen Hong Kong y Madrid.

El Ateneo Gran Splendid, una de las librerías más impactantes de la ciudad. Foto: Archivo / LA NACION
Buenos Aires tiene otro motivo para sentirse orgullosa: ocupa el primer lugar en el mundo en cantidad de librerías por habitante, según el estudio World Cities Culture Forum 2014. Tiene 467, aunque su distribución territorial es muy desigual: en algunos barrios se concentran grandes cantidades, y en otros directamente no hay ninguna.

En el ranking internacional, que incluye otras 25 grandes urbes, Buenos Aires figura con 25 librerías cada 100.000 habitantes; la escolta Hong Kong, con 22; Madrid, con 16, y Shanghai, con 15. Los últimos lugares los ocupan Singapur y Estambul, con 3.

De la información publicada por el sitio oficial Buenos Aires Data se desprende que San Nicolás, en el microcentro, es el barrio porteño que más librerías tiene: 121. Recoleta tiene 57 y Balvanera, 46. En cambio, en Villa Soldati y en Barracas, entre otros, no hay ninguna.

La categoría "librería" incluye a todos los lugares de venta de libros a la calle.

La concentración de los lugares en los que se pueden comprar libros es muy marcada y diversa. En el microcentro hay una gran densidad: en San Nicolás son 242 habitantes por librería; en San Telmo, 1278, y en Caballito, 10.357.

En zonas más alejadas o hacia el Sur, la realidad es distinta. En toda la comuna 8, por caso, no hay ni una. Los barrios en los que no figura librería alguna son catorce.

Consultado por LA NACION, el vicepresidente de la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (Alada) y dueño de la librería Fernández Blanco, Lucio Aquilanti, explicó: "Históricamente, se fundaron las librerías en el centro, en el barrio de San Nicolás. Se abrieron un montón de librerías, que están desde hace muchos años y que siguen porque la gente continúa comprando libros".

Las estadísticas publicadas por la Cámara Argentina del Libro (CAL) muestran que desde 2002 hasta 2013 el número de libros publicados creció de manera sostenida. La jefa de prensa de la división argentina del grupo Penguin Random House, Florencia Ure, ratificó esta información. "En los últimos años se expandió la cantidad de títulos, ya que crece y se diversifica el público, y entonces se diversifican los intereses y las categorías", dijo.

Aquilanti explicó que el atractivo de las librerías radica en que "la gente entra allí buscando algo que digitalmente no va a encontrar: conectarse con el librero, con el libro, con el papel, con los otros clientes". Cerca del 80% de la comercialización actual de libros en la Argentina se realiza a través de librerías.

Además, según la Encuesta a Librerías de la Ciudad de Buenos Aires (ENLI), durante el segundo trimestre de 2014 la facturación aumentó un 23,5% respecto del mismo período del año anterior, como consecuencia de un incremento interanual del precio promedio de los libros del 29,5%. Por otra parte, la apertura de dos nuevos locales en el período se vio reflejada en una pequeña mejora en el nivel de empleo.

La Capital no sólo lidera el ranking internacional, sino que contiene importantes librerías que enriquecen su acervo cultural. En pleno casco histórico porteño puede visitarse, entre otras, la casi bicentenaria librería Ávila, ubicada en Alsina al 500. Otra de las joyas entre las librerías del mundo es la librería Ateneo Gran Splendid. Construida en 1903 como teatro y utilizada hasta el año 2000 como sala de cine, funciona desde hace quince años como tienda de libros. Es la librería más grande de América del Sur y, según el diario británico The Guardian, la segunda entre las más bellas, detrás de la curiosa Boekhandel Selexyz Dominicanen, en Maastrich (Holanda), que ocupa una antigua iglesia de 800 años.

EL DISTRITO SIN LIBROS

En la comuna 8 de la ciudad, en cambio, no se registra ninguna librería, pero esos barrios no son los únicos en esta situación. Tampoco hay librerías en Barracas, Parque Chacabuco, Coghlan, Parque Avellaneda, Monte Castro, Vélez Sarsfield, Villa Luro, Villa Real, Santa Rita, Villa Pueyrredón, Villa Crespo y Villa Ortúzar.

En conversación con LA NACION, vecinos de Villa Soldati se quejaron de esta carencia. Explicaron que deben irse hasta otros barrios para conseguir libros.

"Si quiero un libro, tengo que ir a la avenida Corrientes, a parque Rivadavia", expresó Marcelo, de 44 años. Y dijo que la falta de librerías "es una ausencia importante".

"No tenemos cómo acceder: tenemos que salir a buscar a [Nueva] Pompeya, a Flores", contó Marta, de 63. Y ejemplificó: "Cuando quiero ayudar a mi nieta con su tarea y tiene que buscar información, no tengo cómo hacerlo. Porque no sé usar la computadora y tampoco tengo un libro o diccionario en el que esté lo que buscamos".

La mayoría de los consultados dijo que los libros que tenían en sus casas eran heredados o que se los había proveído la escuela. "Fuera del libro escolar, no tenés otra cosa", afirmó Vanina, de 31 años. "Si yo quiero comprarles un libro de cuentos a mis hijos, no tengo dónde hacerlo, no hay un lugar acá en donde se vendan."

Mónica, de 50 años, resumió lo que sienten los vecinos al expresar: "Estaría bueno, al menos, que hubiera una librería de libros usados".

Fuente: La Nación

Praia do Amor (Brasil)

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Si vas, no te pierdas la oportunidad de tomar prestado un libro y leer al sol en la Biblioteca da Praia, una biblioteca con techo de hojas de palma y cientos de títulos a pocos metros del agua. 

¿Te olvidaste el libro en el hotel? No te preocupes, en la playa hay biblioteca propia.
VéaseAdemás:

Supercerebro, de Deepak Chopra

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Libere el poder explosivo de su mente para potenciar su salud, su felicidad y su bienestar emocional. Esta es la propuesta de Deepak Chopra en su libro "Supercerebro". Gentileza de Penguin Random House.

Título: Supercerebro
Subtítulo: Libere el poder explosivo de su mente para potenciar su salud, su felicidad...
Autor: Deepak Chopra
Precio con IVA: $219,00
Sello: GRIJALBO
Fecha publicación: 02/2015
Tipo de edición: RÚSTICA
Páginas: 336
Medidas: 15 X 23 mm
ISBN: 9789502807812
EAN: 9789502807812
Idioma: Español
Temática: ESPIRITUALIDAD
Género: AUTOAYUDA
Colección: AUTOAYUDA Y SUPERACION-GRIJALBO
Sinopsis: Cómo usar su cerebro como portal hacia la salud, la felicidad y el crecimiento espiritual. En contraste con el cerebro estándar, que sólo desempeña tareas cotidianas, Chopra y Tanzi proponen un desafío revolucionario, aprender a superar las limitaciones actuales a través de los descubrimientos científicos de vanguardia, la percepción espiritual, del derrumbamiento de los cinco populares mitos sobre el cerebro que limitan su potencial, y la implementación de métodos para: 

* Usar su cerebro, en vez de permitir que él lo use a usted.
* Desarrollar el estilo de vida ideal para tenerlo saludable.
* Reducir los riesgos del envejecimiento. 
* Fomentar la felicidad y el bienestar por medio de la conexión entre mente y cuerpo. 
* Acceder al cerebro iluminado, que es una vía de acceso a la libertad y la dicha. 
* Sobreponerse a los retos más comunes, como la pérdida de memoria, la depresión, la ansiedad y la obesidad. 

Su cerebro es capaz de sanar de forma extraordinaria y de reconfigurarse constantemente. Si establece una nueva relación con él, transformará su vida. En Supercerebro, Chopra y Tanzi lo guiarán a través de un fascinante viaje que pronostica un salto en la evolución humana. 
«Este par de especialistas de talla internacional combina su conocimiento para dar vida, en un elegante texto que nos permitirá mantener la juventud cerebral, a la cautivadora historia de nuestro cerebro», Dr. Mehmet Oz



RESEÑA:

Decir que este libro me dejó pensando es un buen comienzo. ¡Estoy usando mi cerebro! Gracias Chopra. Más allá de esta primera conclusión me encontré con un texto para nada técnico que sería algo inentendible para un lector común sin conocimientos científicos.

Me adentré en un universo desconocido. En el mundo de mi cerebro... No ese que desarrolla tareas cotidianas, sino uno más profundo que sirve para conseguir bienestar en los diferentes aspectos de la vida y lograr la felicidad completa.

Pero como lograr que nuestro cerebro sea ese “portal hacia la salud, la felicidad y el crecimiento espiritual”, como promulga el autor. Ese ya es otro tema, ya dependerá de usted querido lector utilizar estos concejos y ponerlos en práctica. 

Supercerebro no es un libro común y corriente sino un texto de consulta para tener siempre a mano. Tu cerebro te lo agradecerá. Sólo es cuestión de pensar y sacarle el máximo potencia para convertirlo en un supercerebro.  




SOBRELOSAUTORES:

Deepak Chopra
Deepak Chopra es médico y autor de más de 65 libros, varios de los cuales han estado en la lista de los más vendidos de The New York Times.

Se especializó en medicina interna y endocrinología, y en la actualidad es miembro de la Academia Estadounidense de Médicos y de la Asociación Estadounidense de Endocrinólogos Clínicos, además de desempeñarse como investigador científico en la organización Gallup.

Véase:www.deepakchopra.com

Rudolph E. Tanzi forma parte de la cátedra Joseph P. y Rose F. Kennedy de neurología de la Universidad de Harvard, y es director de la Unidad de Investigación Genética y de Envejecimiento del Hospital General de Massachusetts. Como jefe del proyecto del genoma del Alzheimer, el doctor Tanzi ha descubierto, en colaboración con otros profesionales, varios de los genes implicados en dicha enfermedad. Es coautor del libro Decoding Darkness: The Search for the Genetic Causes of Alzheimer#s Disease.

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